lunes, 27 de agosto de 2012

Shoreditch

Hoy termina nuestra primera semana en Shoreditch, y el balance es muy bueno. ¡Qué diferencia de barrio! Está siempre muy animado, y ahora con el buen tiempo más. Está la calle llena de terracitas, de tiendas, de restaurantes... aunque tal vez los fines de semana por la noche esté demasiado animado (el fin de semana pasado tuvimos que dormir con las ventanas abiertas porque hacía mucho calor y se oía mucho ruido en la calle; este finde ha sido bastante más tranquilo). Además nuestro piso está muy cerca de mi oficina: tardo unos 20 minutos andando, así que ya me puedo olvidar de desesperarme por las mañanas porque no llega el metro. Encima, nos hemos apuntado a un gimnasio que está aquí al lado y vamos a intentar ir todos los días (o al menos bastante a menudo, que David tiene que morder el polvo la próxima vez que vaya a Madrid). Queremos nadar dos o tres veces por semana y correr o hacer bici otros dos días. Yo es la primera vez que me apunto a un gimnasio, y el primer día que fui a la sala de las bicis no sabía ni como se encendía la bici. Tuve que preguntarle al de al lado, y después de mirarme con cara de "este tío de donde ha salido" me dijo que se encendía cuando empezabas a pedalear. Obvio, ¿no? Tanto grasshopper, tanta estructura paramétrica, y no sé encender una bici de gimnasio. La piscina es pequeñita (25m, 3 carriles) pero el único día que he ido se podía nadar más o menos bien, y más teniendo en cuenta que mi estado de forma es deplorable, y que a pesar de estar en el carril lento, me adelantaba todo el mundo. Poco a poco.
El jueves nos invitó Majo (compañera en BOMA, y ahora compañera en AKT) a cenar algo en su casa porque estaban de visita Raquel y Martín (también compañeros de BOMA). Mai y yo estuvimos poco tiempo, porque a mi me liaron los de AKT para ir a ver la puesta en carga de una escultura/estructura de fibra de carbono para Louis Vuitton en Selfridges (un centro comercial en Oxford Street). El diseño es de un arquitecto francés que colaboraba con una artista japonesa, y el cálculo de la estructura es de AKT (bueno, tampoco hay que ser modestos de más, el cálculo es básicamente mío, con la supervisión de mi jefe). Tenía que estar allí a las 22.00. Maitona me acompañó porque pensábamos que iría rápido, pero en vista de que media hora más tarde todavía no habíamos podido entrar, ella se fue a casa. Finalmente, alrededor de las 23.00 entré al centro comercial, acompañado por el arquitecto y los constructores. La estructura estaba casi terminada, pero yo me tuve que quedar hasta las 3.00, hora en la que terminaron de colgar las lámparas, para comprobar que la estructura podía con ellas (había cinco, y cada una pesaba unos 30kg). Ellos se quedaron rematando cosas, y me imagino que terminarían sobre las 8.00, minutos antes de la apertura al público. Es uno de los primeros proyectos en los que participo activamente y que veo en pie. Ha quedado impresionante.

Tanta estructura para tan poco bolso, eso sí, ninguno baja de las 1000 libras

El viernes, después de currar y cenar en casa, volvimos a quedar con Majo, Raquel y Martín (y algunos amigos suyos) porque estaban por nuestro barrio de pubs. Estuvimos un buen rato en uno que nos pillaba a 10 minutos de casa, y al salir, Raquel descubrió lo maravilloso del tiempo londinense. Digo Raquel, porque se metía conmigo diciendo que siempre me quejo del tiempo que hace aquí. Empezó a jarrear en cuestión de segundos y nos tuvimos que refugiar en una parada de autobús. Ellos siguieron de pubs y nosotros nos volvimos a casa porque yo estaba agotado de la noche anterior.


El sábado fue un día bastante gris y lluvioso, así que nos quedamos por el barrio haciendo compras, porque en una casa nueva siempre falta algo. El domingo me llevé a Mai a Selfridges a enseñarle la instalación de Louis Vuitton (va a estar dos meses abierta, así que me temo que a cualquier visita que venga en ese plazo le tocará ir a verla). Casualidades de la vida, Majo y Raquel estaban allí. Desde allí nos fuimos juntos a Liverpool Street porque Raquel tenía que coger el bus a Stansted y nosotros queríamos ir a Brick Lane a comer. Tampoco me voy a meter demasiado con Raquel por darse cuenta a falta de diez minutos para coger el bus rumbo a Stansted de que su avión salía desde Gatwick, aunque un poco sí, para vengarme de lo mucho que se ríe ella de mí cada vez que lee mi blog. Aunque estoy seguro de que sufrió más Majo que Raquel... Nosotros comimos tranquilamente en Brick Lane después de dar un paseo por el mercado de Spitalfields. 
Y hoy, día de fiesta aquí (según algunos compañeros ingleses por el fin del verano) hemos estado en el Victoria & Albert Museum, en Harrods, y en Hide Park. Hemos pateado bastante, pero ya iba siendo hora de empezar a conocer Londres. Si no fuese por Maite...

domingo, 19 de agosto de 2012

Viajes, mudanzas...

Veo que hace tiempo que no escribo aquí, pero es que las últimas semanas han sido muy ajetreadas. El fin de semana pasado Mai y yo nos fuimos a Bruselas (en el Eurostar) a reunirnos con la familia. Estaban mis padres, mi hermana, mi abuela y algunos tíos y primos visitando a Dani y Elena así que aprovechamos para unirnos a la tropa. El viernes cenamos carne de verdad en un restaurante cerca de casa de DyE. Digo carne de verdad, porque los ingleses no tienen ni idea de lo que es un buen trozo de ternera (se ve que les da pena matar a los terneros y solo comen vaca. Ellos se lo pierden, bueno, y ahora mismo por extensión yo también). Después fuimos a tomar el postre a su casa. La casa merece mención aparte: muy amplia, luminosa, con techos altos, y encima decorada con buen gusto (arquitectos tenían que ser). El sábado nos fuimos a visitar Brujas. Paseamos por el centro, visitamos alguna iglesia (creo que Federiquín se ha quedado con ganas de ver alguna más), y comimos en un parque a la sombra. Porque en Bélgica, a pesar de lo que la gente piensa, hace sol y calor. Al terminar de comer, cogimos el coche y nos acercamos a la costa, porque algunos querían darse un baño para mitigar los efectos del calor sofocante belga. Después del baño refrescante, nos encaminamos hacia Gante. Llegamos casi a la hora de cenar, así que después de un corto paseo buscamos un sitio donde saciar nuestros estómagos. El domingo nos dio tiempo a subir a la torre de Belfort y poco más, porque nos lo tomamos con calma y encima nuestro tren salía a las 19.00 de Bruselas. Me gustan mucho estos viajes en familia, aunque este año solo haya podido estar un fin de semana.

Team De La Rosa

Minutos de descanso

Después de ese fin de semana de desconexión, volvimos a la realidad londinense, a luchar con la agencia de pisos por conseguir aquello que nos habían prometido, a planificar la mudanza... Teníamos las llaves del piso desde la semana anterior, pero como el fin de semana estuvimos fuera no pudimos hacer la mudanza. La hicimos el jueves. Mai se dió la paliza de empaquetar todo, y para moverlo conseguimos contratar a un "man and van" amigo de Shaz que nos ayudó, y menos mal. El ascensor de casa de Shaz decidió no funcionar el jueves, así que nos tocó bajar todo a pulso. Las cajas, las maletas, ¡¡el piano!! 70kg de peso muerto, y cuatro plantas de sufrimiento. Al terminar pensé que perdería los brazos. El viernes nos las prometíamos felices, porque al llegar a casa de Shaz a por la última maleta (con el ordenador y otras cuantas cosas bastante pesadas), el ascensor funcionaba. Pobres ilusos. Obviamente nos tocó bajar todo a pulso porque en el tiempo que tardamos en empaquetar el ascensor dejó de funcionar. Para celebrar que ya teníamos casa, salimos a cenar por nuestro nuevo barrio, Shoreditch/Hoxton, y menuda diferencia con Whitechapel. En Whitechapel hay mucha variedad. Variedad de pollos fritos y kebabs. En nuestro barrio hay de todo. Está muy animado y hay mil sitios para cenar, para tomar algo, para salir a tomar unas copas (que no me oigan los primos que se plantan aquí mañana). ¡Vaya cambio! Vamos a estar muy bien (si los de la agencia nos dejan tranquilos pronto). Y ayer, después del partido de baloncesto de todos los sábados, nos fuimos a IKEA. Nos lo recorrimos de arriba a abajo y cargamos dos carritos de necesidades básicas. Por si la paliza que nos dimos pateando por ahí no fue suficiente, al llegar, con todos los trastos (vinimos en un taxi de una compañía que tiene un acuerdo con IKEA, que lleva a la gente y sus trastos por un precio bastante parecido al del envío a domicilio), nos pusimos a montar y a ordenar todo. Terminamos a las 2 de la mañana, pero mereció la pena. Hoy hemos salido a dar una vuelta por Columbia Road. Es una calle que nos pilla aquí al lado en la que montan un mercado de plantas/flores todos los domingos. Hemos aguantado hasta que ha empezado a jarrear, y por la tarde nos hemos dedicado a terminar de rematar algunas cosillas del piso. Mañana de vuelta al trabajo. Lo que daría por tener otro fin de semana para descansar. Por suerte el siguiente es de tres días.

Listos para mudarnos

Antes...

...IKEA...

...después



domingo, 5 de agosto de 2012

House hunting

Después de un par de semanas en las que Maite se ha estudidado todas las agencias de pisos de Londres, y se ha pateado toda la ciudad, parece que igual tendremos piso en breve. Maite ha visto unos cuantos pisos (la mayoría agujeros) y yo he podido ir a ver sólo los que a ella le han gustado más. Encontrar piso en Londres es una odisea. En teoría firmamos el contrato el miércoles, a ver si va todo bien. Mientras tanto seguimos en la casa de Shaz, que ha empezado a traer cajas y cajas de cosas de su futura mujer, y cada vez es más difícil moverse por aquí dentro. Además para colmo, la mujer tiene que comprar los muebles del piso (él le compra un vestido de oro, y ella compra los muebles, menudo negocio...), aunque en este caso solo compra los del dormitorio porque el resto del piso ya está bien amueblado. El caso es que para eso, Shaz ya ha desmontado sus armarios y su cama, y ahora están todas sus cosas en el salón. Parece que intenta echarnos, pero no lo va a conseguir.
Y aparte del tema piso, la vuelta al curro después de la semanita de vacaciones no ha ido mal. Como los proyectos en los que estaba trabajando antes de vacaciones ya estaban bastante cerrados antes de irme, sólo he tenido que rematar unas cosillas, pero me imagino que en breve surgirá algún proyecto nuevo o reaparecerá alguno olvidado. Además estas semanas están siendo más entretenidas por las Olimpiadas. Todo el mundo está pendiente de lo que pasa cada día, y comentan hasta las competiciones de doma clásica. Siempre hay alguien conectado a la radio durante el día que va informando al resto, y durante las comidas el piso de la tele está muy concurrido. Encima, contra todo pronóstico, el metro y la ciudad en general están funcionando mucho mejor ahora que antes de las olimpiadas (se ve que el centro está vacío, y que hay mucho menos turismo que otros veranos). Así es más fácil la vuelta al trabajo.
El viernes tuvimos "tidy friday", aunque la gente estaba más interesada en la final de ciclismo en pista que en beber e ir de pubs. Aproveché que Mai se venía al pub a conocer a la gente del trabajo para enseñarle la oficina. Después de estar en el pub hasta que el frío nos invitó a irnos, nos fuimos a cenar. Cenamos muy bien en un restaurante japonés de Barbican.
El sábado, después de unos cuantos meses por aquí, conseguí jugar -por fin-, al baloncesto. Un compañero del trabajo me comentó que juegan todos los sábados un par de horitas en un campo que hay muy cerca de Whitechapel, así que me apunté. Fueron dos horas agotadoras (estoy bajísimo de forma), pero lo pasé bien. Solo había gente del sur, ya se sabe que a los del norte no les gusta demasiado el baloncesto: griegos, serbios, italianos y franceses. Hoy estoy que no me puedo mover, pero repetiré. Por la tarde, aprovechando que hacía buen día, Mai y yo nos fuimos a dar un paseo por Greenwich. Es una zona que está muy bien, muy animada, lástima que esté tan alejada del centro. Hoy día de descanso, y de recuperar fuerzas, que mañana toca volver a currar. Esta semana que viene se va a pasar rápido, porque el viernes nos vamos a Bélgica a pasar el fin de semana con la familia.

¡Ba-lon-ces-to!