Esta semana se empieza a construir el prototipo de una escultura/pasarela que se va a realizar en el patio de un museo de Londres, hecha de barras de andamios. El caso es que vamos muy retrasados, porque el proyecto no está cerrado (ni mucho menos): la geometría no está totalmente definida, y el análisis va avanzando pero todavía hay que retocar cosas. Esto básicamente quiere decir que esta semana (¿y la siguiente?) nos va a tocar currar bastante. De hecho, el jueves y el viernes de la semana pasada ya salí a las 20.00. Me imagino que a la gente que vive en España eso no les parece salir tarde, pero aquí lo normal es irse entre las 17.30-18-30. Por lo menos no me toca trabajar los fines de semana (no lo voy a decir muy alto... que luego pasa lo que pasa).
Así que es cuando aprovecho para desconectar un poco. El viernes al salir del trabajo, me fui al pub donde ya estaban unos cuantos compañeros. Aquí, ir al pub los viernes con los del trabajo es casi una religión. No volví a casa muy tarde porque estaba bastante cansado de toda la semana, pero me lo pasé muy bien, y descubrí lo difícil que es entender a un escocés mientras suena música alta de fondo.
El sábado por la mañana estuve en casa, descansando un poco, tocando el piano, y a media tarde quedé con José Luis y Paula que estaban celebrando el cumpleaños de un amigo suyo en un pub al lado del río. Me tuve que atravesar Londres de punta a punta, porque ellos viven en el oeste y yo en el este. Al menos era línea directa en el metro. Estuvimos de charleta un buen rato y yo me volví a casa a cenar.
Y el domingo, después de pasar la mañana en casa y en el supermercado, quedé con Fernando, Joaquín y José Luis, para jugar un par de horas al tenis. Casi no podemos jugar porque llovió bastante poco antes de que empezaramos, pero amainó y se secó la pista a tiempo. Lo pasamos muy bien, porque tenemos un nivel muy parecido, y eso siempre ayuda. Eso sí, yo acabé destrozado, esta mañana casi no podía andar del dolor de piernas. A ver si retomo el footing por las mañanas...
Desde el pub Old Ship (foto cortesía de José Luis, es un artista). ¿De quién será la Coca-Cola...? |
No sé si esa cara se debe a que no le quedaba cerveza... |
Después del tenis. Nótese que tengo la raqueta en la mano como prueba de que no estamos de pintas en un pub cualquiera. |
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