jueves, 7 de junio de 2012

Barcelona

En vista de que la Reina de Inglaterra celebraba sus 60 años de reinado hemos tenido fiesta el lunes y el martes. Y además como el miércoles era el cumple de mi princesa (joe, que cursi ha quedado eso... pero era para seguir con el tema de la realeza :p) me he cogido también el miércoles de fiesta, y he aprovechado para hacer una escapada a Barcelona para visitar a Mai. Llegué el sábado por la noche, porque comprar un billete para el viernes por la tarde o el sábado por la mañana era prohibitivo. Ha sido un fin de semana de relax: dormir mucho, comer bien, y disfrutar del buen tiempo en buena compañía. El sábado, según llegué de Londres, quedamos con mis tíos que estaban de visita en Barcelona y nos invitaron a cenar en un restaurante de tapas. Cuando me trajeron la carta no sabía ni por donde empezar. Anda que no tienen que aprender los ingleses en el tema cocina... El domingo quedamos con Andrea y Joan (unos amigos del erasmus) para tomar unos refrescos/cafés y ponernos al día, porque hacía bastante que no nos veíamos. El lunes y el martes hicimos un poco (bastante) el guiri: comer en Barcelona, para después acercarnos al borde del mar a dar un paseo y a tomar el sol. El lunes comimos en la típica terracita para guiris al borde del mar; pedimos pescaditos fritos, chipirones, pulpo... Nos pusimos las botas, y para bajar la comida nos dimos un laaaargo paseo (espero que se note la ironía) hasta el hotel Vela. El martes el plan fue parecido, pero cambiamos los pescaditos por Sushi. Comimos en el Nomo, un restaurante japonés que está en Gracia y que merece la pena visitar, y repetimos paseo (más bien siesta) en el paseo marítimo. El miércoles, el día del cumple de Maitona, comimos en casa, sopló unas velas (a pastel empezado, todo hay que decirlo) y nos bajamos a Barcelona porque mi vuelo salía esa tarde. Nos tomamos algo por allí para hacer tiempo y a las 20.00 nos fuimos al aeropuerto. Se me ha hecho muy corta la estancia allí, y en cambio el viaje de vuelta se me hizo eterno. 
Volaba con Ryanair, y cuando aterricé en hora en el aeropuerto de Londres (Stansted) pensé que ya estaba todo hecho y que llegaría a mi casa pronto. Pobre iluso. Londres nunca deja de sorprenderte. Cuando piensas que después de un vuelo sin retraso (cosa rara o excepcional) todo va a ir bien, te encuentras con la realidad de esta ciudad. El transporte público es de risa (creo que en las olimpiadas colapsará, pero a mi no me pillarán dentro). Pagas 20 libras por un billete de tren, que supuestamente tarda 45min en llevarte al centro, y resulta que por diversas averías, tardas 2 horas en llegar. Si es a media tarde es una faena, pero si lo coges a las 0.00 y al día siguiente tienes que levantarte a las 7 para currar, digamos que es..... una faena más grande. En fin, que hoy he estado todo el día reventado, pero el viaje ha merecido la pena. Me voy a dormir que me caigo de sueño...zzzzz

Volar con Ryanair desde Stansted es toda una experiencia: si la gente en vez de hablar dijese "beeee", ya no se podría distinguir entre oveja y humano.

Barcelona... viendo esto aún me pregunto como he ido a parar a Londres...

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